A pocos días de la elección más grande de la historia política de México, los debates son el pan nuestro de cada día.
En esos escenarios –que deben ser públicos y abiertos-- se discuten propuestas para contrastar ideas.
Éstas deben ser claras y constructivas.
Algunos aspirantes manifiestan promesas alejadas de la realidad con la intención de obtener votos.
Pero también se insulta, se agrede y descalifica falsamente.
Hay acusaciones graves, pero al término del evento, debe prevalecer la sensatez, el criterio respetuoso de personas civilizadas.
Por ello, los moderadores deben tener una mayor intervención para encausar la controversia, y distinguir el bien del mal y lo verdadero de lo falso.
Los candidatos buscan, de manera rigurosa, posicionarse en las preferencias electorales.
De sus respuestas, la ciudadanía podrá tener un criterio más amplio de cada aspirante.
Tenemos el derecho de saber quiénes son y cómo piensan los que pretenden gobernar este país.
Ayer se realizó el segundo debate entre los candidatos al Poder Ejecutivo.
Tanto Sheinbaum como Xóchitl Gálvez perdieron valioso tiempo en discusiones improductivas, erradas; escenificaron una “pelea callejera” afortunadamente sin recordatorios familiares.
Se insultaron, se agredieron y descalificaron con odio visceral.
De Xóchitl a Sheinbaum: candidata de las mentiras, narcocandidata.
De Sheinbaum a Xóchitl: corrupta.
Momentos exaltados y hostiles.
Jorge “El Paquiao” ‘Álvarez Máynez, operó como comparsa para fraccionar el voto opositor.
El abanderado de Movimiento Ciudadano, lució blanco en apariencia, pero negro en la conciencia.
Y desde anoche, comenzaron a circular en redes sociales diversas valoraciones sobre quién de los tres resultó más efectivo por sus propuestas.
Los incondicionales de un bando y del otro se declaran ganadores.
El maestro CATÓN expresó: “Xóchitl fue más Xóchitl. Claudia Sheinbaum fue más AMLO.
Para Enrique Krauze “Gálvez fue clara, directa y concreta. Sheinbaum se ciñó al libreto oficial.
¿Pero, quién en realidad gana los debates?
Para Mitofsky, aquellos candidatos que incrementan su porcentaje de preferencias y disminuye el de sus adversarios.
El próximo 2 de junio es cuando realmente se sabrá el resultado final.
