Cierra la llave del presupuesto SHCP
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El cierre del sexenio está ya a la vuelta de la esquina y así lo dejaron claro los oficiales mayores y titulares de administración y finanzas de todas las dependencias de la administración pública federal, pues ya recibieron este martes 30 de abril un oficio con instrucciones para el temprano cierre del ejercicio 2024.
La indicación es que no se podrán iniciar nuevos procesos de licitación pública o invitación para contrataciones de bienes y servicios después del 16 de mayo, o hasta el 31 de mayo si se trata de adjudicaciones directas.
Pero el gran problema es que hay importantes adeudos de servicios ya devengados, sobre todo en Pemex, INAH, Indep, y hasta la propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que lleva Rogelio Ramírez de la O, tiene deudas importantes, aseguran.
La SHCP es quien emitió el oficio a todas las dependencias; es más, en las últimas semanas también hubo desfile en Palacio Nacional de grandes proveedores, por ejemplo de Pemex, que han acudido ya a solicitar audiencia con Ramírez de la O para pedirle su intervención en el pago de adeudos que tiene la petrolera.
El objetivo del cierre de este sexenio en materia de recursos públicos es para que se pueda dar de manera más fácil el cumplimiento de la meta del balance público, por lo que todas las disposiciones son obligatorias para las dependencias, incluidos los órganos administrativos desconcentrados, los órganos reguladores coordinados en materia energética y la Oficina de la Presidencia de la República.
Además, les recuerdan que no se podrán iniciar procedimientos de contratación de licitación pública y de invitación a cuando menos tres personas después del 16 de mayo, en adjudicación directa será hasta el próximo 31 de mayo.
Pero también, el orden en el cierre sexenal es justo para dejar todo listo pasadas las elecciones, y la entrega recepción que se dará en los siguientes meses, una vez que se tengan los resultados de la elección, pueda ser lo más ‘tersa’ y rápida posible, ya que recordemos que será la primera vez que el cambio de gobierno se dé el 1 de octubre y no el 1 de diciembre como siempre había sucedido.
Eso significa menos tiempo para entregar el balance público sexenal, pero también, el hecho de que muchos proveedores puedan quedarse sin recibir sus pagos pendientes, y tengan que lidiar con la siguiente administración.
Complicado para muchos lo que viene.