¿El OPLE se muda a El Olmo?
Los integrantes del OPLE se quejan de que no tienen suficiente dinero público para subsanar varias deficiencias del proceso electoral del 5 de junio, por mezquindad y jineteo de la Sefiplan de Antonio Gómez Pelegrín, pero ya preparan maletas y autos, o estaban para estrenar sus nuevas oficinas lujosas que ocuparían varios pisos en el edificio de El Olmo, a partir de la primera semana de mayo próximo.
La versión surgida en las altas esferas del Consejo General del órgano electoral corrió por los drenajes del poder público. Aunque a estas alturas la sola idea suena descabellada porque estamos a la mitad de las campañas electorales para elegir gobernador y diputados locales. Podría ser una perversidad, pero semanas antes del 3 de abril el presidente consejero tuvo una serie de pláticas con el dueño del edificio El Olmo que no se concretó por falta del dinero público.
El Consejo General del OPLE habría asumido verdades de Perogrullo porque los incondicionales del presidente consejero Alejandro Bonilla dieron por un hecho consumado la operación financiera para instalarse en el moderno edificio de El Olmo, a pesar de que las ministraciones mensuales de la Sefiplan no llegan a tiempo para pagar a los proveedores y salarios. Flaco favor le hace su séquito al presidente.
Los modositos consejeros y representantes de los partidos políticos les valen un bledo la austeridad y la crisis económica que vive Veracruz, porque en nombre de la socorrida democracia buscan su interés personal por encima del colectivo. El OPLE ocuparía hipotéticamente la mitad de los pisos desocupados, en la parte superior donde funcionan las oficinas de la coordinación general de Comunicación Social de Alberto Silva Ramos, diputado federal con licencia por el distrito de Tuxpan. Esa era la idea inicial.
¿Y por qué los integrantes del órgano electoral no fortalecieron el fondo de ahorro que dejó el antecesor de Carolina Viveros García, Carlos Rodríguez, por 25 millones de pesos, para iniciar la construcción de las instalaciones dignas del Instituto Electoral veracruzano, hoy OPLE? ¿Dónde quedaron los fondos de ahorro? ¿Quién o quiénes metieron la mano al cajón?
Por cierto, las 40 unidades nuevas que supuestamente se licitaron para los presidentes de los Consejos Distritales, con un costo cada una de 350 mil pesos, ¿quién fue el ganador de la licitación? ¿Fue transparente o hubo mano negra?
La sociedad civil no es ingenua, hay suspicacias y recelo porque el árbitro electoral, responsable de las elecciones para gobernador y diputados locales, no ha sido suficientemente transparente con la empresa que lleva el seguimiento con la prensa escrita y medios electrónicos que difunden las campañas políticas de los doce partidos políticos de cara al 5 de junio y la fiscalización estricta de cómo ingresan los dineros a las campañas sin que éstos tengan la mano sombría del narcotráfico.
Acevedo: corta los nudos gordianos
Como los tiempos no están para bollos en Veracruz el diputado federal con licencia por el distrito de Tuxpan, Alberto Silva Ramos, recién desempacado como coordinador general de Comunicación Social del gobierno duartista, por segunda vez, de inmediato designó al sureño Carlos Acevedo Cadena, como nuevo representante de Relaciones Públicas en la capital de país.
Carlos, nativo de Minatitlán, un personero experimentado en el intríngulis político que se mueve como pez en el agua, de entrada cortó los nudos gordianos en la Ciudad de México que impedían la buena vibra para Veracruz y, de inmediato, se vieron los resultados desde semanas en los Mass Media capitalinos.
El emisario de Alberto Silva, como todo un excelente guerrero, ha estado en el frente del fragor de la batalla para desentrañar los nudos gordianos que lanzaban misiles a diestra y siniestra contra su jefe y amigo, Javier Duarte. La operación capitalina con el llamado Quinto Poder está dando sus primeros frutos.
Se ha restablecida la comunicación y se han tendido puentes con la mayoría de los medios de comunicación, que navegó en el naufragio por más de un año con el modosito Juan Octavio Pavón González – un personero cerrado, ruin y perverso-, porque mantuvo rota la comunicación. Fue un año perdido del gobierno duartista porque sus principales obras que se cuelga en Veracruz, desaparecieron del mapa. Su manager Juan Octavio resultó un fraude.
Pero como el tiempo es oro y se trabaja contra el reloj por el ocaso del régimen duartista que se despide de la plaza política como los toreros –quién sabe si logre a estas alturas cortar rabo y orejas por todo lo que ha acontecido en Veracruz-, el tuxpeño Silva Ramos intenta resolver con los medios con que cuenta los entuertos para restablecer la imagen socavada de su jefe, Javier Duarte, en el cierre del sexenio.
Su antecesor Juan Octavio González dejó una pésima reputación porque no supo capotear la sevicia que hizo añicos la imagen institucional del gobierno duartista. Comentarios a gau@hotmail.com
La versión surgida en las altas esferas del Consejo General del órgano electoral corrió por los drenajes del poder público. Aunque a estas alturas la sola idea suena descabellada porque estamos a la mitad de las campañas electorales para elegir gobernador y diputados locales. Podría ser una perversidad, pero semanas antes del 3 de abril el presidente consejero tuvo una serie de pláticas con el dueño del edificio El Olmo que no se concretó por falta del dinero público.
El Consejo General del OPLE habría asumido verdades de Perogrullo porque los incondicionales del presidente consejero Alejandro Bonilla dieron por un hecho consumado la operación financiera para instalarse en el moderno edificio de El Olmo, a pesar de que las ministraciones mensuales de la Sefiplan no llegan a tiempo para pagar a los proveedores y salarios. Flaco favor le hace su séquito al presidente.
Los modositos consejeros y representantes de los partidos políticos les valen un bledo la austeridad y la crisis económica que vive Veracruz, porque en nombre de la socorrida democracia buscan su interés personal por encima del colectivo. El OPLE ocuparía hipotéticamente la mitad de los pisos desocupados, en la parte superior donde funcionan las oficinas de la coordinación general de Comunicación Social de Alberto Silva Ramos, diputado federal con licencia por el distrito de Tuxpan. Esa era la idea inicial.
¿Y por qué los integrantes del órgano electoral no fortalecieron el fondo de ahorro que dejó el antecesor de Carolina Viveros García, Carlos Rodríguez, por 25 millones de pesos, para iniciar la construcción de las instalaciones dignas del Instituto Electoral veracruzano, hoy OPLE? ¿Dónde quedaron los fondos de ahorro? ¿Quién o quiénes metieron la mano al cajón?
Por cierto, las 40 unidades nuevas que supuestamente se licitaron para los presidentes de los Consejos Distritales, con un costo cada una de 350 mil pesos, ¿quién fue el ganador de la licitación? ¿Fue transparente o hubo mano negra?
La sociedad civil no es ingenua, hay suspicacias y recelo porque el árbitro electoral, responsable de las elecciones para gobernador y diputados locales, no ha sido suficientemente transparente con la empresa que lleva el seguimiento con la prensa escrita y medios electrónicos que difunden las campañas políticas de los doce partidos políticos de cara al 5 de junio y la fiscalización estricta de cómo ingresan los dineros a las campañas sin que éstos tengan la mano sombría del narcotráfico.
Acevedo: corta los nudos gordianos
Como los tiempos no están para bollos en Veracruz el diputado federal con licencia por el distrito de Tuxpan, Alberto Silva Ramos, recién desempacado como coordinador general de Comunicación Social del gobierno duartista, por segunda vez, de inmediato designó al sureño Carlos Acevedo Cadena, como nuevo representante de Relaciones Públicas en la capital de país.
Carlos, nativo de Minatitlán, un personero experimentado en el intríngulis político que se mueve como pez en el agua, de entrada cortó los nudos gordianos en la Ciudad de México que impedían la buena vibra para Veracruz y, de inmediato, se vieron los resultados desde semanas en los Mass Media capitalinos.
El emisario de Alberto Silva, como todo un excelente guerrero, ha estado en el frente del fragor de la batalla para desentrañar los nudos gordianos que lanzaban misiles a diestra y siniestra contra su jefe y amigo, Javier Duarte. La operación capitalina con el llamado Quinto Poder está dando sus primeros frutos.
Se ha restablecida la comunicación y se han tendido puentes con la mayoría de los medios de comunicación, que navegó en el naufragio por más de un año con el modosito Juan Octavio Pavón González – un personero cerrado, ruin y perverso-, porque mantuvo rota la comunicación. Fue un año perdido del gobierno duartista porque sus principales obras que se cuelga en Veracruz, desaparecieron del mapa. Su manager Juan Octavio resultó un fraude.
Pero como el tiempo es oro y se trabaja contra el reloj por el ocaso del régimen duartista que se despide de la plaza política como los toreros –quién sabe si logre a estas alturas cortar rabo y orejas por todo lo que ha acontecido en Veracruz-, el tuxpeño Silva Ramos intenta resolver con los medios con que cuenta los entuertos para restablecer la imagen socavada de su jefe, Javier Duarte, en el cierre del sexenio.
Su antecesor Juan Octavio González dejó una pésima reputación porque no supo capotear la sevicia que hizo añicos la imagen institucional del gobierno duartista. Comentarios a gau@hotmail.com
