La tenía, era suya…
Efectivamente, era una de las frases más recurrentes en el entusiasta y pegajoso repertorio de Enrique El Perro Bermúdez. Se les aplicaba a los futbolistas cuya oportunidad de oro se convertía en un desperdicio de mierda:
“…Era suya… ¡y la dejó ir!”.
Quizá así piense dentro de unas cuantas semanas el entusiasta cuanto a veces atrabancado Ricardo Anaya, presidente del Partido Acción Nacional, cuando revise los motivos del descalabro electoral en Veracruz, donde con toda seguridad Héctor Yunes (PRI) se quedará con el gobierno estatal, ya sea tras la intervención del Tribunal Electoral o sin ella. Eso será, a la larga, lo de menos.
Si el Partido Acción Nacional hubiera tomado en serio algunas de las condiciones críticas del gobierno actual en Veracruz y hubiera opuesto a los desatinos del gobernador Duarte (algunos reales, otros exagerados por la crítica interesada) a un candidato intachable, las cosas habrían sido diferentes, pero el temperamento, la historia y el desprestigio abierto de Miguel Ángel Yunes, por cuya fama muy pocos apostarían un solo peso, le ha dado a la contienda tonos de absurdo mayor.
Combatir el desprestigio de un gobierno con la promesa de un candidato carente de honorabilidad en muchos sentidos. No siempre se combate el veneno con más veneno, en todo caso.
Todo esto se puede complementar con la lectura de la prensa veracruzana. Dice José Robles:
“…Miguel Ángel lo tenía todo para ganar. Lo increíble, que él personalmente, en su vanidad del que todo lo sabe en el quehacer político lo echara a perder y se hundiera hasta el tercer lugar de su privilegiado posicionamiento inicial.
“Su mayor problema es la falta de humildad y su ostensible prepotencia. El argumento jactancioso de que como él encabezaba las encuestas, era el motivo primario de la guerra sucia en su contra, cuando su arrogante silencio lo hundía al quedar en entredicho la veracidad de lo que era acusado.
“Con esa obvia y enfermiza autosuficiencia minimizó el papel que juegan los medios periodísticos que en un principio lo ayudaron de manera objetiva. Prácticamente los desdeñó y en su equivocado ego de superioridad se hizo patente su narcisismo.
“En el fondo de un estudio psicológico de la personalidad suelen estos políticos vivir atribulados por las dudas y distorsionan sus relaciones con sus compañeros de partido hasta llegar a ser altaneros y arrogantes.
“La memoria en la política está siempre vigente y su delincuencial pasado lo sepultó. Ahora debe reconocer el por qué perderá de nuevo su añorado sueño de gobernar temporalmente a los veracruzanos.
“Este trastorno de conducta que padece lo perciben seres muy especiales. Tienen aspiraciones excesivas en su vida y un resentimiento intenso hacia quienes se dan cuenta de su ambición.
“Según el método psicoanalítico freudiano son los narcisistas, personas sin principios en cuanto suelen engañar, ser inescrupulosos, arrogantes y aprovechados. Aún cuando se les encuentre culpables por un comportamiento ilegal trasmiten una actitud de despreocupación ante los hechos que lo inculpan”.
Cosas de Freud y Maquiavelo, dicen.
TAMAULIPAS. Uno de los más graves tropiezos imaginables en Tamaulipas ha sido para el PRI la divulgación y presentación judicial de una fotografía falsa en el legajo de pruebas en contra del candidato azul, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, por cuyo prestigio (otra vez) pocos pondrían las manos en el fuego, mientras en la revoltura del río la delincuencia organizada “calienta la plaza”. Y eso de calentar la plaza no siempre tiene consecuencias placenteras.
Tras la audacia de retirarles la candidatura a tres aspirantes por sendos municipios, el Partido Revolucionario Institucional cayó en ese error primario. Cosa de párvulos: la fotografía ni siquiera correspondía al estado de Tamaulipas.
El peor error hasta ahora ha sido no exhibir claramente al autor de tamaña estupidez. Y como ya lo sabemos, la idiotez puede superar al crimen. Al menos en sus consecuencias.
Hoy en Tamaulipas la revoltura de las aguas no permite ver nada con claridad. Las autodefensas proliferan (con el indispensable fomento del crimen organizado en el disfraz de las intenciones de muchos, como en Michoacán) y de entre ella destacad la llamada “Columna Armada Pedro José Méndez”.
Pero la información sobre la viabilidad electoral del estado es preocupante. De acuerdo con los medios, “…En 12 de los 43 municipios del estado, se han cancelado 56 registros de candidatos a presidencias municipales; regidurías y diputaciones locales. El órgano electoral tamaulipeco, reconocido que las bajas se han dado principalmente en Hidalgo, Villagrán, Mainero, Díaz Ordaz, El Mante, Reynosa, Soto la Marina y Tampico.”
Pero más allá de lo electoral, quedan estos datos: (con el indispensable fomento del crimen organizado en el disfraz de las intenciones de muchos, como en Michoacán) en los primeros dos meses de este año hubo 85 homicidios dolosos. En los siguientes dos, ciento sesenta.
Esa progresión es horrible.
rafael.cardona.sandoval@gmail.com
“…Era suya… ¡y la dejó ir!”.
Quizá así piense dentro de unas cuantas semanas el entusiasta cuanto a veces atrabancado Ricardo Anaya, presidente del Partido Acción Nacional, cuando revise los motivos del descalabro electoral en Veracruz, donde con toda seguridad Héctor Yunes (PRI) se quedará con el gobierno estatal, ya sea tras la intervención del Tribunal Electoral o sin ella. Eso será, a la larga, lo de menos.
Si el Partido Acción Nacional hubiera tomado en serio algunas de las condiciones críticas del gobierno actual en Veracruz y hubiera opuesto a los desatinos del gobernador Duarte (algunos reales, otros exagerados por la crítica interesada) a un candidato intachable, las cosas habrían sido diferentes, pero el temperamento, la historia y el desprestigio abierto de Miguel Ángel Yunes, por cuya fama muy pocos apostarían un solo peso, le ha dado a la contienda tonos de absurdo mayor.
Combatir el desprestigio de un gobierno con la promesa de un candidato carente de honorabilidad en muchos sentidos. No siempre se combate el veneno con más veneno, en todo caso.
Todo esto se puede complementar con la lectura de la prensa veracruzana. Dice José Robles:
“…Miguel Ángel lo tenía todo para ganar. Lo increíble, que él personalmente, en su vanidad del que todo lo sabe en el quehacer político lo echara a perder y se hundiera hasta el tercer lugar de su privilegiado posicionamiento inicial.
“Su mayor problema es la falta de humildad y su ostensible prepotencia. El argumento jactancioso de que como él encabezaba las encuestas, era el motivo primario de la guerra sucia en su contra, cuando su arrogante silencio lo hundía al quedar en entredicho la veracidad de lo que era acusado.
“Con esa obvia y enfermiza autosuficiencia minimizó el papel que juegan los medios periodísticos que en un principio lo ayudaron de manera objetiva. Prácticamente los desdeñó y en su equivocado ego de superioridad se hizo patente su narcisismo.
“En el fondo de un estudio psicológico de la personalidad suelen estos políticos vivir atribulados por las dudas y distorsionan sus relaciones con sus compañeros de partido hasta llegar a ser altaneros y arrogantes.
“La memoria en la política está siempre vigente y su delincuencial pasado lo sepultó. Ahora debe reconocer el por qué perderá de nuevo su añorado sueño de gobernar temporalmente a los veracruzanos.
“Este trastorno de conducta que padece lo perciben seres muy especiales. Tienen aspiraciones excesivas en su vida y un resentimiento intenso hacia quienes se dan cuenta de su ambición.
“Según el método psicoanalítico freudiano son los narcisistas, personas sin principios en cuanto suelen engañar, ser inescrupulosos, arrogantes y aprovechados. Aún cuando se les encuentre culpables por un comportamiento ilegal trasmiten una actitud de despreocupación ante los hechos que lo inculpan”.
Cosas de Freud y Maquiavelo, dicen.
TAMAULIPAS. Uno de los más graves tropiezos imaginables en Tamaulipas ha sido para el PRI la divulgación y presentación judicial de una fotografía falsa en el legajo de pruebas en contra del candidato azul, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, por cuyo prestigio (otra vez) pocos pondrían las manos en el fuego, mientras en la revoltura del río la delincuencia organizada “calienta la plaza”. Y eso de calentar la plaza no siempre tiene consecuencias placenteras.
Tras la audacia de retirarles la candidatura a tres aspirantes por sendos municipios, el Partido Revolucionario Institucional cayó en ese error primario. Cosa de párvulos: la fotografía ni siquiera correspondía al estado de Tamaulipas.
El peor error hasta ahora ha sido no exhibir claramente al autor de tamaña estupidez. Y como ya lo sabemos, la idiotez puede superar al crimen. Al menos en sus consecuencias.
Hoy en Tamaulipas la revoltura de las aguas no permite ver nada con claridad. Las autodefensas proliferan (con el indispensable fomento del crimen organizado en el disfraz de las intenciones de muchos, como en Michoacán) y de entre ella destacad la llamada “Columna Armada Pedro José Méndez”.
Pero la información sobre la viabilidad electoral del estado es preocupante. De acuerdo con los medios, “…En 12 de los 43 municipios del estado, se han cancelado 56 registros de candidatos a presidencias municipales; regidurías y diputaciones locales. El órgano electoral tamaulipeco, reconocido que las bajas se han dado principalmente en Hidalgo, Villagrán, Mainero, Díaz Ordaz, El Mante, Reynosa, Soto la Marina y Tampico.”
Pero más allá de lo electoral, quedan estos datos: (con el indispensable fomento del crimen organizado en el disfraz de las intenciones de muchos, como en Michoacán) en los primeros dos meses de este año hubo 85 homicidios dolosos. En los siguientes dos, ciento sesenta.
Esa progresión es horrible.
rafael.cardona.sandoval@gmail.com
