“Por eso perdió dos veces la Presidencia”
López Obrador se ha peleado a lo largo de 15 años con toda su familia política. Con sus padrinos, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. Con sus pares Rosario Robles y Marcelo Ebrard. Con sus aliados incondicionales, Fernández Noroña y Arturo Núñez. Los llama traidores cuando en realidad todos ellos coinciden en que el que los ha traicionado (llegado el momento en que su ambición así lo exige) ha sido él. Pero ahora el tema escaló hasta su círculo más íntimo. Ayer en Titulares de la Tarde, de Excélsior Televisión, tuve oportunidad de hablar con Arturo, el hermano ahora incómodo para el líder de Morena. Incómodo porque ha tachado al rayito de esperanza de “ególatra, egoísta y tirano”. Curioso cómo el lazo familiar es innegable, al menos en lo que se puede escuchar, pues hasta comparten exactamente el mismo timbre de voz, pero las diferencias de pensamiento son evidentes y me las hizo saber desde el primer instante: “Si viviera mi papá, no soportaría su comportamiento tan radical, tan fundamentalista...”, fue lo primero que me dijo. Sabemos desde hace varios meses que Arturo se unió a la campaña del candidato priista a la gubernatura de Veracruz, lo que fue de inmediato reprobado por Andrés Manuel: ese primer guiño al PRI le valió a Arturo ser llamado como traidor por su propio hermano.
“Desde niño ha sido un tirano (...) A mí me llama la atención todo lo que le ha hecho creer a la gente; ya se compara con Vicente Guerrero, ése es el discurso que él trae. No conoce la democracia, que le explique a la gente de Veracruz quién nombró a Cuitláhuac García, que le pregunten si hizo alguna encuesta para preguntar al pueblo de Veracruz si lo conocen. ¿Sabe cuál es el método con el que lo nombró, Yuriria? Pues con el método del dedazo, ése es el método de él siempre. Y si uno no está de acuerdo con lo que él expone, entonces ya se fue uno con la mafia en el poder. Que le pregunten
a mis hermanos por qué ya no estamos con él...”.
¿Por qué no están con él? ¿Por qué lo dices?, le pregunté: “Porque él está lleno de rencor y egolatría. Se cree el dueño de la verdad absoluta; él es un hombre que no acepta que nadie le dé un punto de vista distinto, no escucha. Por eso ya perdió dos veces la Presidencia de la República. ¿Y qué dice de eso? Qué hubo fraude y cuando se le dicen sus verdades tiene una facilidad rapidísima para deslindarse. Por ejemplo, cuando agarraron a su secretario de Finanzas jugando en Las Vegas y a René Bejarano, enseguida dice que él no los mandó, se deslinda de ellos...”.
¿Y tú qué opinas, los mandó o no los mandó?, le dije: “Pues claro que estaba enterado, por supuesto que estaba enterado. Cómo va a ser posible que no esté enterado el principal responsable, que es él. También por omisión se es responsable. Luego sacaron unas fotografías donde sus hijos se andan paseando en unos yates enormes, otras donde sus hijos usan tenis Louis Vuitton. Se dan una vida que no es la que él pregona, se dan una vida de burgueses. Yo me preguntaría de qué vive mi hermano...”.
Dicen que los distanciamientos de familia son generalmente los más elocuentes signos cuando de retratar a uno o varios integrantes se trata. La historia más antigua del mundo (al menos en la mitología judeocristiana) es la de Abel y de Caín. Queda claro que entre Arturo y Andrés Manuel hay diferencias que ya aparecen como irreconciliables. Y aunque entre hermanos la política no deba de existir, lo que es un hecho es que cuando indagamos en estas historias de total intimidad es cuando podemos conocer con mayor precisión a los personajes públicos. Ésa, justo, es una de las premisas más relevantes de la investigación histórica.
¿Vas a votar por Andrés Manuel en 2018?, fue lo último que le pregunté a Arturo López Obrador. “Falta mucho y yo de verdad lo quiero, es mi hermano, pero no votaré por él con esas actitudes. ¿Qué puede uno esperar de un tirano así?”.
“Desde niño ha sido un tirano (...) A mí me llama la atención todo lo que le ha hecho creer a la gente; ya se compara con Vicente Guerrero, ése es el discurso que él trae. No conoce la democracia, que le explique a la gente de Veracruz quién nombró a Cuitláhuac García, que le pregunten si hizo alguna encuesta para preguntar al pueblo de Veracruz si lo conocen. ¿Sabe cuál es el método con el que lo nombró, Yuriria? Pues con el método del dedazo, ése es el método de él siempre. Y si uno no está de acuerdo con lo que él expone, entonces ya se fue uno con la mafia en el poder. Que le pregunten
a mis hermanos por qué ya no estamos con él...”.
¿Por qué no están con él? ¿Por qué lo dices?, le pregunté: “Porque él está lleno de rencor y egolatría. Se cree el dueño de la verdad absoluta; él es un hombre que no acepta que nadie le dé un punto de vista distinto, no escucha. Por eso ya perdió dos veces la Presidencia de la República. ¿Y qué dice de eso? Qué hubo fraude y cuando se le dicen sus verdades tiene una facilidad rapidísima para deslindarse. Por ejemplo, cuando agarraron a su secretario de Finanzas jugando en Las Vegas y a René Bejarano, enseguida dice que él no los mandó, se deslinda de ellos...”.
¿Y tú qué opinas, los mandó o no los mandó?, le dije: “Pues claro que estaba enterado, por supuesto que estaba enterado. Cómo va a ser posible que no esté enterado el principal responsable, que es él. También por omisión se es responsable. Luego sacaron unas fotografías donde sus hijos se andan paseando en unos yates enormes, otras donde sus hijos usan tenis Louis Vuitton. Se dan una vida que no es la que él pregona, se dan una vida de burgueses. Yo me preguntaría de qué vive mi hermano...”.
Dicen que los distanciamientos de familia son generalmente los más elocuentes signos cuando de retratar a uno o varios integrantes se trata. La historia más antigua del mundo (al menos en la mitología judeocristiana) es la de Abel y de Caín. Queda claro que entre Arturo y Andrés Manuel hay diferencias que ya aparecen como irreconciliables. Y aunque entre hermanos la política no deba de existir, lo que es un hecho es que cuando indagamos en estas historias de total intimidad es cuando podemos conocer con mayor precisión a los personajes públicos. Ésa, justo, es una de las premisas más relevantes de la investigación histórica.
¿Vas a votar por Andrés Manuel en 2018?, fue lo último que le pregunté a Arturo López Obrador. “Falta mucho y yo de verdad lo quiero, es mi hermano, pero no votaré por él con esas actitudes. ¿Qué puede uno esperar de un tirano así?”.
