Uno de los temas que más debería preocuparnos y, sobre todo, ocuparnos como sociedad es el del acceso de nuestros jóvenes a la educación superior.
Desde hace varios años la máxima casa de estudios del Estado, Universidad Veracruzana, ha sido rebasada en su capacidad física y técnica para atender la gran demanda de estudiantes que buscan un espacio en sus aulas para formarse como profesionistas.
Las causas son variadas. Desde la falta de recursos para crecer en el número de espacios que la UV oferta cada año, como la saturación de las carreras más buscadas por los estudiantes, así como una infraestructura educativa que se ha quedado rezagada también por la carencia de un presupuesto que permita invertir lo suficiente, o al menos lo necesario, en este rubro.
Eso ha permitido la proliferación de un sinnúmero de escuelas particulares, con estándares de calidad variados, aunque en muchos de los casos, poco rigurosos, lo que va en detrimento de la preparación de nuestros futuros líderes en todos los campos, tanto en el ámbito público como en el privado.
A pesar de ser de inicio una buena idea, la experiencia de la Universidad Popular Autónoma Veracruzana (UPAV) ha arrojado resultados no siempre satisfactorios, debido al manejo político que se le ha dado a la institución, que pretendió en su momento competir con la Universidad Veracruzana, pero sin contar ni con la milésima parte de su infraestructura.
Cada vez es más complejo acceder a recursos que permitan a las instituciones públicas de educación superior brindar el servicio y la atención a poblaciones estudiantiles tan extensas como la del estado de Veracruz. Ahora mismo se debate el tema de la autonomía presupuestal de la UV y la resistencia a la misma debido, precisamente, a que no hay dinero que alcance. Se trata pues de un reto enorme.
Como todo en la vida siempre hay alternativas para encontrar soluciones a los problemas. Y estoy convencido de que las respuestas a los desafíos globales se encuentran en las acciones locales, las que se implementan desde nuestro entorno más cercano.
En ese sentido, creo que la responsabilidad de garantizar el acceso a la educación es compartida con todos los órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal. Pero resulta que este último por lo general no tiene mayor injerencia en el tema, más que para dotar de servicios a los planteles educativos. Yo creo que se puede hacer mucho más que eso.
Desde mi punto de vista es completamente viable la idea de una universidad tutelada desde el ámbito municipal, a cargo del ayuntamiento, al menos en Xalapa, que es donde se concentra en buena medida el grueso de la demanda de espacios para estudiar una carrera.
El ayuntamiento de Xalapa cuenta con instalaciones e infraestructura para albergar una institución de este tipo y en la ciudad hay una gran cantidad de docentes que podrían apoyar esta iniciativa para atender a nuestra juventud, en un momento en el que la preparación será la clave para enfrentar los enormes desafíos que ya se nos presentan.
Con esto, además de que el gobierno municipal respondería a una necesidad social definitivamente apremiante, además de servir como desahogo para la Universidad Veracruzana, se crearían empleos en un área que tiene una vocación natural en Xalapa, lo que ayudaría enormemente a su economía.
Ahí está la propuesta. Vamos juntos a explorarla y debatirla.
*Presidente de la Asociación Civil Nuestro Municipio
correo@nicanormoreira.mx
Facebook: Nuestro Municipio
Desde hace varios años la máxima casa de estudios del Estado, Universidad Veracruzana, ha sido rebasada en su capacidad física y técnica para atender la gran demanda de estudiantes que buscan un espacio en sus aulas para formarse como profesionistas.
Las causas son variadas. Desde la falta de recursos para crecer en el número de espacios que la UV oferta cada año, como la saturación de las carreras más buscadas por los estudiantes, así como una infraestructura educativa que se ha quedado rezagada también por la carencia de un presupuesto que permita invertir lo suficiente, o al menos lo necesario, en este rubro.
Eso ha permitido la proliferación de un sinnúmero de escuelas particulares, con estándares de calidad variados, aunque en muchos de los casos, poco rigurosos, lo que va en detrimento de la preparación de nuestros futuros líderes en todos los campos, tanto en el ámbito público como en el privado.
A pesar de ser de inicio una buena idea, la experiencia de la Universidad Popular Autónoma Veracruzana (UPAV) ha arrojado resultados no siempre satisfactorios, debido al manejo político que se le ha dado a la institución, que pretendió en su momento competir con la Universidad Veracruzana, pero sin contar ni con la milésima parte de su infraestructura.
Cada vez es más complejo acceder a recursos que permitan a las instituciones públicas de educación superior brindar el servicio y la atención a poblaciones estudiantiles tan extensas como la del estado de Veracruz. Ahora mismo se debate el tema de la autonomía presupuestal de la UV y la resistencia a la misma debido, precisamente, a que no hay dinero que alcance. Se trata pues de un reto enorme.
Como todo en la vida siempre hay alternativas para encontrar soluciones a los problemas. Y estoy convencido de que las respuestas a los desafíos globales se encuentran en las acciones locales, las que se implementan desde nuestro entorno más cercano.
En ese sentido, creo que la responsabilidad de garantizar el acceso a la educación es compartida con todos los órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal. Pero resulta que este último por lo general no tiene mayor injerencia en el tema, más que para dotar de servicios a los planteles educativos. Yo creo que se puede hacer mucho más que eso.
Desde mi punto de vista es completamente viable la idea de una universidad tutelada desde el ámbito municipal, a cargo del ayuntamiento, al menos en Xalapa, que es donde se concentra en buena medida el grueso de la demanda de espacios para estudiar una carrera.
El ayuntamiento de Xalapa cuenta con instalaciones e infraestructura para albergar una institución de este tipo y en la ciudad hay una gran cantidad de docentes que podrían apoyar esta iniciativa para atender a nuestra juventud, en un momento en el que la preparación será la clave para enfrentar los enormes desafíos que ya se nos presentan.
Con esto, además de que el gobierno municipal respondería a una necesidad social definitivamente apremiante, además de servir como desahogo para la Universidad Veracruzana, se crearían empleos en un área que tiene una vocación natural en Xalapa, lo que ayudaría enormemente a su economía.
Ahí está la propuesta. Vamos juntos a explorarla y debatirla.
*Presidente de la Asociación Civil Nuestro Municipio
correo@nicanormoreira.mx
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