La semana pasada escribí sobre ese asunto de la “palomita” azul en el Whatsapp. Cómo no iba a ocurrir que alguno de mis “lectores” (si se les puede llamar así) cuestionara la nota quesque porque discriminaba a “las rubias”. Cuando me enteré del reproche -¡ah, cómo me reí!- no pude menos que lamentar que haya por ahí un montón de gente que va por la vida sin saber leer (y confunde esa extraordinaria capacidad con la habilidad de “juntar palabras”) o entendiendo sólo lo que quiere entender (para el caso es lo mismo). En fin. Si usted no sabe leer o va a entender solamente lo que le dé su real gana, absténgase de pasar sus ojitos por estos párrafos; si procede, es bajo su cuenta y riego.
Bien, no es que esta semana haya amanecido yo con el ánimo al revés; no señor, es que la semana pasada yo me quejaba no del Whatsapp o de la “palomita”, enristré la pluma en contra de quienes se sienten ofendidos porque los dejan “en visto”; y nada más; ¡ah! Pero también escribí al final: “Para todo lo demás, está el WhatsApp”; y en efecto, ese “todo lo demás” aparte de muy entretenido, puede resultar útil. Por no ir más lejos, esta semana recibí dos mensajes de texto, que anexo a esta reflexión, vinculados con cómo nos ha cambiado la vida este asunto de la guerra de los cárteles, el repunte de la violencia en el país entero (no sólo en Chihuahua), las imbecilidades de Trump, etc.
El primero, es un video muy padre -visible en el sitio: https://www.youtube.com/watch?v=6q9zb-1mHLM-, de un alumno mexicano (que parece gringo -estudia en la universidad de Stanford-), quien con toda claridad y sencillez, nos ilustra de dónde reside verdaderamente el problema del tráfico y consumo de drogas. El joven pone el dedo en la llaga pues nos recuerda las circunstancias que se viven en México debido a la lucha de los cárteles para controlar las rutas que permiten el trasiego de droga a territorio estadounidense; el tema es, e insiste, en que mientras haya consumo, va a haber suministro. Los cárteles mexicanos tienen en su poder el 70% de la comercialización de la droga hacia ese país, lo que implica un negocio de más de 150 mil millones de dólares cada año. La idea final no tiene desperdicio pues nos recuerda a todos, propios y extraños, que: “Está en manos del consumidor de drogas ilegales, el minimizar el empoderamiento de los grupos criminales”. El problema pues, no se debe sólo a los mexicanos, a su “creatividad” o corrupción; el problema es bilateral pues si aquí se trasiega y exporta, allá se consume. Dice al principio del video que aquella nación: “Con sólo el 5% de la población mundial, consume más del 30% de la demanda global”.
El otro, es un texto que se denomina: “Consejos importantes para tu seguridad y la de tu familia”; sugerido, según se dice, por alguna institución pública vinculada con la investigación y el combate a la criminalidad. Al margen de que resulte tristísimo que la academia brinde este tipo de consejos; incapaz, al parecer, de generar un proyecto de política pública bilateral integral tendente a obligar a los gabachos a responsabilizarse sobre su relevante participación respecto del tráfico de estupefacientes -por cierto, acabo de tener una de las conversaciones más tristes de toda mi vida a este respecto-, la verdad es que constituyen recomendaciones prácticas del día a día, dignas de tener en cuenta y que en todo caso no alteran de manera sustancial el modo de vida de cada quien. Les dejo ambos anexos en defensa del Whatsapp.
Contácteme en https://unareflexionpersonal.wordpress.com/, que es la dirección de mi blog; en mi en mi cuenta de Facebook (Luis Villegas Montes) o a través de mi correo electrónico; o bien, síganme en los medios que gentilmente me publican cada semana.
Luis Villegas Montes.
luvimo6608@gmail.com, luvimo6614@hotmail.com
Bien, no es que esta semana haya amanecido yo con el ánimo al revés; no señor, es que la semana pasada yo me quejaba no del Whatsapp o de la “palomita”, enristré la pluma en contra de quienes se sienten ofendidos porque los dejan “en visto”; y nada más; ¡ah! Pero también escribí al final: “Para todo lo demás, está el WhatsApp”; y en efecto, ese “todo lo demás” aparte de muy entretenido, puede resultar útil. Por no ir más lejos, esta semana recibí dos mensajes de texto, que anexo a esta reflexión, vinculados con cómo nos ha cambiado la vida este asunto de la guerra de los cárteles, el repunte de la violencia en el país entero (no sólo en Chihuahua), las imbecilidades de Trump, etc.
El primero, es un video muy padre -visible en el sitio: https://www.youtube.com/watch?v=6q9zb-1mHLM-, de un alumno mexicano (que parece gringo -estudia en la universidad de Stanford-), quien con toda claridad y sencillez, nos ilustra de dónde reside verdaderamente el problema del tráfico y consumo de drogas. El joven pone el dedo en la llaga pues nos recuerda las circunstancias que se viven en México debido a la lucha de los cárteles para controlar las rutas que permiten el trasiego de droga a territorio estadounidense; el tema es, e insiste, en que mientras haya consumo, va a haber suministro. Los cárteles mexicanos tienen en su poder el 70% de la comercialización de la droga hacia ese país, lo que implica un negocio de más de 150 mil millones de dólares cada año. La idea final no tiene desperdicio pues nos recuerda a todos, propios y extraños, que: “Está en manos del consumidor de drogas ilegales, el minimizar el empoderamiento de los grupos criminales”. El problema pues, no se debe sólo a los mexicanos, a su “creatividad” o corrupción; el problema es bilateral pues si aquí se trasiega y exporta, allá se consume. Dice al principio del video que aquella nación: “Con sólo el 5% de la población mundial, consume más del 30% de la demanda global”.
El otro, es un texto que se denomina: “Consejos importantes para tu seguridad y la de tu familia”; sugerido, según se dice, por alguna institución pública vinculada con la investigación y el combate a la criminalidad. Al margen de que resulte tristísimo que la academia brinde este tipo de consejos; incapaz, al parecer, de generar un proyecto de política pública bilateral integral tendente a obligar a los gabachos a responsabilizarse sobre su relevante participación respecto del tráfico de estupefacientes -por cierto, acabo de tener una de las conversaciones más tristes de toda mi vida a este respecto-, la verdad es que constituyen recomendaciones prácticas del día a día, dignas de tener en cuenta y que en todo caso no alteran de manera sustancial el modo de vida de cada quien. Les dejo ambos anexos en defensa del Whatsapp.
Contácteme en https://unareflexionpersonal.wordpress.com/, que es la dirección de mi blog; en mi en mi cuenta de Facebook (Luis Villegas Montes) o a través de mi correo electrónico; o bien, síganme en los medios que gentilmente me publican cada semana.
Luis Villegas Montes.
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