En política los tiempos son todo. Habrá que esperar para conocer los motivos de la suspensión (temporal) de los exámenes docentes que anunció la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Suena a victoria de la CNTE, aunque de todas formas para ellos no aplicaba la reforma, ya que viven en una especie de excepción legal permanente.
El conflicto continuará porque en la Coordinadora lo que quieren es una cancelación de cualquier tipo de evaluación y supervisión. Su agenda es más amplia que la gremial.
Por ejemplo, en Oaxaca hay dificultades para instalar un 20 por ciento de las mesas electorales, porque la CNTE impidió la utilización de escuelas como centros de recepción del voto.
Los planteles educativos se utilizan desde hace décadas como un elemento más para dotar de certeza al proceso. En el pasado muchas de las quejas tenían su origen en la utilización de domicilios particulares, ya que se decía que ello no fomentaba el voto en libertad.
En Oaxaca, la mayoría de las escuelas son de la CNTE. A ello hay que sumar la intención de boicotear la elección. Por desgracia están en posibilidades de descarrilar las cosas en los estados donde tienen fuerza, y en particular en la propia Oaxaca y en Guerrero.
La apuesta indica que los grupos más radicales pasan por un buen momento, pero también que les ha funcionado el chantaje como táctica para la obtención de prebendas y recursos.
A partir del 1 de julio, para colmo, no darán clases porque estarán ocupados en sus “jornadas de lucha”.
Los más afectados serán, como siempre, los niños. Es, por omisión de la autoridad, una violación constante al derecho constitucional a la educación.
Pero no se quedan ahí, también exigen la liberación de tres integrantes de la Coordinadora acusados de secuestro.
Estamos a una semana del día de la votación y la CNTE parece dispuesta a mostrar su capacidad de presión. La fuerza que tienen proviene de una estructura clientelar, en la que se exige la participación en las movilizaciones como un elemento esencial para la permanencia en el empleo.
Es curioso: los dirigentes de la CNTE sí tienen la capacidad de decidir el futuro de sus agremiados, cosa que la SEP ha venido intentando sin mucha fortuna, por una mezcla de factores e intereses no fáciles de superar.
Días complejos los que están por llegar, y una prueba más a nuestra sufrida democracia, que, a pesar de todo, responde y hasta ahora bien.
El próximo domingo tendremos ya una idea de hasta dónde escalaron los profesores.
julian.andrade@razon.com.mx
Twitter: @jandradej
Fuente:La Razón
Suena a victoria de la CNTE, aunque de todas formas para ellos no aplicaba la reforma, ya que viven en una especie de excepción legal permanente.
El conflicto continuará porque en la Coordinadora lo que quieren es una cancelación de cualquier tipo de evaluación y supervisión. Su agenda es más amplia que la gremial.
Por ejemplo, en Oaxaca hay dificultades para instalar un 20 por ciento de las mesas electorales, porque la CNTE impidió la utilización de escuelas como centros de recepción del voto.
Los planteles educativos se utilizan desde hace décadas como un elemento más para dotar de certeza al proceso. En el pasado muchas de las quejas tenían su origen en la utilización de domicilios particulares, ya que se decía que ello no fomentaba el voto en libertad.
En Oaxaca, la mayoría de las escuelas son de la CNTE. A ello hay que sumar la intención de boicotear la elección. Por desgracia están en posibilidades de descarrilar las cosas en los estados donde tienen fuerza, y en particular en la propia Oaxaca y en Guerrero.
La apuesta indica que los grupos más radicales pasan por un buen momento, pero también que les ha funcionado el chantaje como táctica para la obtención de prebendas y recursos.
A partir del 1 de julio, para colmo, no darán clases porque estarán ocupados en sus “jornadas de lucha”.
Los más afectados serán, como siempre, los niños. Es, por omisión de la autoridad, una violación constante al derecho constitucional a la educación.
Pero no se quedan ahí, también exigen la liberación de tres integrantes de la Coordinadora acusados de secuestro.
Estamos a una semana del día de la votación y la CNTE parece dispuesta a mostrar su capacidad de presión. La fuerza que tienen proviene de una estructura clientelar, en la que se exige la participación en las movilizaciones como un elemento esencial para la permanencia en el empleo.
Es curioso: los dirigentes de la CNTE sí tienen la capacidad de decidir el futuro de sus agremiados, cosa que la SEP ha venido intentando sin mucha fortuna, por una mezcla de factores e intereses no fáciles de superar.
Días complejos los que están por llegar, y una prueba más a nuestra sufrida democracia, que, a pesar de todo, responde y hasta ahora bien.
El próximo domingo tendremos ya una idea de hasta dónde escalaron los profesores.
julian.andrade@razon.com.mx
Twitter: @jandradej
Fuente:La Razón