La campaña, una semana después
A una semana de haber iniciado formalmente las campañas electorales con destino al gobierno de Veracruz lo acontecido durante ese breve lapso genera una fructuosa cauda de reflexiones sobre el quien es quien entre los candidatos Rocío Nahle, Pepe Yunes y Polo Deschamps, cada uno en sus respectivas circunstancias, que son luz de faro para inferir por qué les va como les va. Sin menoscabo a la participación del señor Deschamps en este proceso debemos reconocer que el partido que lo postula y su trayectoria personal en la política solo dan lugar a una participación muy marginal, lejos de alcanzar rango competitivo. En el palenque electoral veracruzano la competencia real la protagonizan Pepe Yunes y Rocío Nahle, en consecuencia de ellos se habla en los corrillos políticos, mesas de análisis, mesas de café y en las “benditas” redes sociales. Concluida la primera semana de campaña ¿cuál sería la evaluación de seguimiento respecto de estos candidatos? Para una aproximación más certera ese balance debe ejecutarse al margen de filias y de fobias, con objetiva racionalidad:
Un mal inicio de campaña caracterizó al banderazo de salida de la señora Rocío Nahle, por ciertos detalles subyace la idea de que no cuenta con estrategas a la altura del reto que enfrenta, y si los hubiere entonces son caros e ineficientes. Hasta ahora, el comportamiento de Nahle sugiere que no obtuvo información muy precisa respecto del escenario en el cual participaría, lo peor radica en que la haya tenido sin concederle importancia. Nada para el asombro, porque a nivel local, aparte de Manuel Huerta y el ejército de mapaches que lo acompaña para hacer valer los efectos de los programas sociales, la señora Nahle no tiene mucha tela de donde cortar, ni en el Congreso local ni en el aparato de gobierno. Mucho recurso sí, pero gastado sin eficacia ni eficiencia los resultados son magros. ¿A quién de sus asesores debe atribuirse la idea de arrancar campaña en la ciudad de Veracruz, recalcitrante reducto panista? Es mala señal cuando la soberbia y el arrojo ciego dirigen una agenda de campaña electoral, de allí la patética imagen del Café La Parroquia justo el primer día de la campaña. Luego se difunde el audio donde la señora Nahle despotrica con tono autoritario como si ya estuviera en palacio de gobierno contra los cafetaleros que apoyan a compañeros víctimas de procedimientos injustos y atrabiliarios. Luego vino la cereza del pastel semanal al confundir áreas geográficas distantes y distintas, Tlapacoyan en zona serrana con Tlalixcoyan en la Cuenca del Papaloapan. Pero más absurdo aún resulta agendar la visita a Coetzala, donde el ayuntamiento encabezado por Morena está tomado por inconformes del lugar desde febrero pasado, y seguidamente sobrevino la trifulca con la consecuente molestia de la candidata por los desatinos de sus colaboradores.
Por el lado de Pepe Yunes está el contraste, casi antípoda en cuanto a experiencia en lides electorales, equipo de campaña y magros recursos económicos. Esto último se compensa porque quienes operan a su favor cuentan con larga trayectoria en esas lides, lo confirma la secuencia organizada, calculadamente dosificada de los avances de la campaña del bloque opositor “Fuerza y Corazón por Veracruz” en secuencia de certeros obuses: el video donde se demuestra que en el arranque de la precampaña de la señora Nahle fue transmitido en vivo por la televisora del gobierno estatal, otro más donde la candidata se refiere a la Laguna de Catemaco como si fuera el Golfo de México; qué decir del video de Jesús Carranza donde se escucha al esposo de Nahle dando por hecho su calidad de gestor gubernamental si su esposa llegara a ganar la elección; luego la narrativa grafica sobre el abultado patrimonio inmobiliario de la señora Nahle. Y qué decir de la presencia de Pepe Yunes en medios de alcance nacional seguida de la presentación de su declaración patrimonial tres de tres, la respuesta de Rocío Nahle lo dice todo. Esta bien planeada secuencia de certeros misiles solo puede ser implementada por gente de alargada experiencia, duchos para la práctica política y conocedores del medio en que se desempeñan. El contraste es manifiesto, y es muy posible que se refleje en votos. Por asociación deviene un símil internacional: el 24 de febrero de 2022 Rusia invadió Ucrania suponiéndola como una incursión militar de una semana de duración, dos años después sigue entrampada en esa guerra de invasión, tal sucede cuando la prepotencia obnubila el pensamiento e impide observar el escenario en toda su extensión y los actores que allí intervienen.
Un mal inicio de campaña caracterizó al banderazo de salida de la señora Rocío Nahle, por ciertos detalles subyace la idea de que no cuenta con estrategas a la altura del reto que enfrenta, y si los hubiere entonces son caros e ineficientes. Hasta ahora, el comportamiento de Nahle sugiere que no obtuvo información muy precisa respecto del escenario en el cual participaría, lo peor radica en que la haya tenido sin concederle importancia. Nada para el asombro, porque a nivel local, aparte de Manuel Huerta y el ejército de mapaches que lo acompaña para hacer valer los efectos de los programas sociales, la señora Nahle no tiene mucha tela de donde cortar, ni en el Congreso local ni en el aparato de gobierno. Mucho recurso sí, pero gastado sin eficacia ni eficiencia los resultados son magros. ¿A quién de sus asesores debe atribuirse la idea de arrancar campaña en la ciudad de Veracruz, recalcitrante reducto panista? Es mala señal cuando la soberbia y el arrojo ciego dirigen una agenda de campaña electoral, de allí la patética imagen del Café La Parroquia justo el primer día de la campaña. Luego se difunde el audio donde la señora Nahle despotrica con tono autoritario como si ya estuviera en palacio de gobierno contra los cafetaleros que apoyan a compañeros víctimas de procedimientos injustos y atrabiliarios. Luego vino la cereza del pastel semanal al confundir áreas geográficas distantes y distintas, Tlapacoyan en zona serrana con Tlalixcoyan en la Cuenca del Papaloapan. Pero más absurdo aún resulta agendar la visita a Coetzala, donde el ayuntamiento encabezado por Morena está tomado por inconformes del lugar desde febrero pasado, y seguidamente sobrevino la trifulca con la consecuente molestia de la candidata por los desatinos de sus colaboradores.
Por el lado de Pepe Yunes está el contraste, casi antípoda en cuanto a experiencia en lides electorales, equipo de campaña y magros recursos económicos. Esto último se compensa porque quienes operan a su favor cuentan con larga trayectoria en esas lides, lo confirma la secuencia organizada, calculadamente dosificada de los avances de la campaña del bloque opositor “Fuerza y Corazón por Veracruz” en secuencia de certeros obuses: el video donde se demuestra que en el arranque de la precampaña de la señora Nahle fue transmitido en vivo por la televisora del gobierno estatal, otro más donde la candidata se refiere a la Laguna de Catemaco como si fuera el Golfo de México; qué decir del video de Jesús Carranza donde se escucha al esposo de Nahle dando por hecho su calidad de gestor gubernamental si su esposa llegara a ganar la elección; luego la narrativa grafica sobre el abultado patrimonio inmobiliario de la señora Nahle. Y qué decir de la presencia de Pepe Yunes en medios de alcance nacional seguida de la presentación de su declaración patrimonial tres de tres, la respuesta de Rocío Nahle lo dice todo. Esta bien planeada secuencia de certeros misiles solo puede ser implementada por gente de alargada experiencia, duchos para la práctica política y conocedores del medio en que se desempeñan. El contraste es manifiesto, y es muy posible que se refleje en votos. Por asociación deviene un símil internacional: el 24 de febrero de 2022 Rusia invadió Ucrania suponiéndola como una incursión militar de una semana de duración, dos años después sigue entrampada en esa guerra de invasión, tal sucede cuando la prepotencia obnubila el pensamiento e impide observar el escenario en toda su extensión y los actores que allí intervienen.
