HACE APENAS unos días se recordaría un aniversario más de la muerte del ex Gobernador AGUSTÍN ACOSTA LAGUNES, precisamente en uno de los sitios emblemáticos de su obra siempre orientada por su amplio conocimiento de la historia de Veracruz y del país: La Hacienda El Encero, que perteneciera a Santa Anna.
Los medios resaltarían la presencia del Gobernador MIGUEL ANGEL YUNES LINARES en este homenaje rendido a quien sin duda ha sido el más aplicado CONSTRUCTOR de obra pública útil a los veracruzanos y quien ejerciera la mayor rigurosidad en el gasto público, ganándose por ello el reconocimiento indudable de haber sido el MÁS HONESTO GOBERNADOR DE VERACRUZ DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS.
MIGUEL ANGEL YUNES LINARES, en aquel sexenio se desempeñaría como diputado en la Legislatura Local.
Don Agustín, político práctico y civilista, hombre de muchas facetas e impredecibles acciones, acostumbraba emitir sus disposiciones de forma autoritaria, manifestando siempre su desprecio a las trapecistas prácticas políticas tradicionalistas, calificando a quienes vivían -y han sobrevivido hasta estos tiempos- viviendo del manejo de los cargos públicos, como personajes corruptos.
En esa circunstancia y como un dato curioso que puede servir como pie a todo tipo de comentarios referentes a la presencia (LOABLE) del Gobernador MIGUEL ANGEL YUNES en el homenaje a DON AGUSTÍN ACOSTA LAGUNES, ME PERMITO RECOMENDAR A quienes conserven un ejemplar de alguna de las tres ediciones que de mi libro EL DOS, LA RELECTURA DE LAS PÁGINAS 250 a 262 bajo el título PADILLA Y YANES, en el que se asienta, cómo, en aquel ambiente hostil que fue el principio de aquella gestión gubernamental, SUCEDIÓ QUE EN UN SÓLO DÍA, XALAPA, LA CAPITAL DEL ESTADO, SE QUEDÓ SIN ALCALDE Y SIN DIPUTADO
Los medios resaltarían la presencia del Gobernador MIGUEL ANGEL YUNES LINARES en este homenaje rendido a quien sin duda ha sido el más aplicado CONSTRUCTOR de obra pública útil a los veracruzanos y quien ejerciera la mayor rigurosidad en el gasto público, ganándose por ello el reconocimiento indudable de haber sido el MÁS HONESTO GOBERNADOR DE VERACRUZ DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS.
MIGUEL ANGEL YUNES LINARES, en aquel sexenio se desempeñaría como diputado en la Legislatura Local.
Don Agustín, político práctico y civilista, hombre de muchas facetas e impredecibles acciones, acostumbraba emitir sus disposiciones de forma autoritaria, manifestando siempre su desprecio a las trapecistas prácticas políticas tradicionalistas, calificando a quienes vivían -y han sobrevivido hasta estos tiempos- viviendo del manejo de los cargos públicos, como personajes corruptos.
En esa circunstancia y como un dato curioso que puede servir como pie a todo tipo de comentarios referentes a la presencia (LOABLE) del Gobernador MIGUEL ANGEL YUNES en el homenaje a DON AGUSTÍN ACOSTA LAGUNES, ME PERMITO RECOMENDAR A quienes conserven un ejemplar de alguna de las tres ediciones que de mi libro EL DOS, LA RELECTURA DE LAS PÁGINAS 250 a 262 bajo el título PADILLA Y YANES, en el que se asienta, cómo, en aquel ambiente hostil que fue el principio de aquella gestión gubernamental, SUCEDIÓ QUE EN UN SÓLO DÍA, XALAPA, LA CAPITAL DEL ESTADO, SE QUEDÓ SIN ALCALDE Y SIN DIPUTADO