Veracruz, la joya de la corona de Anaya
El resultado es previsible, Ricardo Anaya Cortés es el próximo presidente nacional del PAN y Veracruz, será la entidad que le de el triunfo en las elecciones internas blanquiazules, por eso es la joya de la corona.
Miembro del grupo hegemónico en este momento dentro del blanquiazul, Anaya Cortés cuenta con el respaldo del grupo dominante también en Veracruz, donde se puede anticipar que vencerá de manera contundente a Javier Corral Jurado.
El divisionismo que existe en el PAN veracruzano quedó relegado en torno a la figura del binomio Anaya-Madero; así, en este momento trabajan en “armonía” para ese proyecto Miguel Ángel Yunes junto con Julen Rementería, Víctor Serralde, Enrique Cambranis y por supuesto, la dirigencia estatal en pleno encabezada por José Mancha.
Por si eso no fuera suficiente, los únicos dos diputados federales que ganó el PAN, Gabriela Ramírez y Francisco Gutiérrez de Velasco, también apoyan la candidatura de Anaya, así como Juan Bueno Torio… en síntesis una bomba de tiempo que reventará una vez pasadas las elecciones.
No es fortuito que Ricardo Anaya haya conseguido unir tantos intereses tan encontrados en el panismo veracruzano, es simple y llanamente el aura del ganador. Sabedores de las posibilidades de alzarse con la presidencia nacional, todos estos personajes afianzan compromisos con quien regirá los destinos albiazules en 2016, cuando se definan las candidaturas.
Después del 16 de agosto los enconos volverán a su sitio y todos ellos buscarán cobrar el apoyo que brindaron. Por eso para los Yunes, los Julen, los Serralde y Bueno Torios es fundamental allegarle el mayor número de votos al vencedor.
En el caso de Javier Corral, sus esperanzas están puestas principalmente en lo que pueda hacer un desacreditado Pipo Vázquez Cuevas en Veracruz. Autoexiliado por un tiempo del panismo, este otrora dirigente panista es la única fortaleza que este proyecto tiene en una entidad tan determinante como Veracruz.
Es paradójico, porque Corral acusó en el pasado debate a Anaya, de ser colaboracionista con el gobierno priista de Enrique Peña Nieto, algo que debió provocarle un retortijón al Pipo que tiene experiencia en estos menesteres.
Como se recordará, el Pipo traicionó los principios históricos del PAN y por 30 monedas se entregó al exgobernador priista Fidel Herrera Beltrán, quien utilizó y ha utilizado aún en estas elecciones al grupo de los Vázquez Cuevas para disminuir las posibilidades de triunfo de candidatos panistas en distritos y/o municipios complicados.
En eso del colaboracionismo con el PRI, el Pipo, principal operador de Corral en la entidad sí que tiene experiencia.
Para muchos será determinante para la candidatura azul a gobernador en el estado, quien esté más cerca de los afectos de Anaya, porque Anaya podrá ser el fiel de la balanza en temas estratégicos como el modelo para seleccionar el candidato, así que como es de imaginarse, no es coincidencia que en los próximos días cosechará tantas simpatías por estas tierras.
Comentarios a letracapital@yahoo.com.mx o en Twitter @moralesflavio
Miembro del grupo hegemónico en este momento dentro del blanquiazul, Anaya Cortés cuenta con el respaldo del grupo dominante también en Veracruz, donde se puede anticipar que vencerá de manera contundente a Javier Corral Jurado.
El divisionismo que existe en el PAN veracruzano quedó relegado en torno a la figura del binomio Anaya-Madero; así, en este momento trabajan en “armonía” para ese proyecto Miguel Ángel Yunes junto con Julen Rementería, Víctor Serralde, Enrique Cambranis y por supuesto, la dirigencia estatal en pleno encabezada por José Mancha.
Por si eso no fuera suficiente, los únicos dos diputados federales que ganó el PAN, Gabriela Ramírez y Francisco Gutiérrez de Velasco, también apoyan la candidatura de Anaya, así como Juan Bueno Torio… en síntesis una bomba de tiempo que reventará una vez pasadas las elecciones.
No es fortuito que Ricardo Anaya haya conseguido unir tantos intereses tan encontrados en el panismo veracruzano, es simple y llanamente el aura del ganador. Sabedores de las posibilidades de alzarse con la presidencia nacional, todos estos personajes afianzan compromisos con quien regirá los destinos albiazules en 2016, cuando se definan las candidaturas.
Después del 16 de agosto los enconos volverán a su sitio y todos ellos buscarán cobrar el apoyo que brindaron. Por eso para los Yunes, los Julen, los Serralde y Bueno Torios es fundamental allegarle el mayor número de votos al vencedor.
En el caso de Javier Corral, sus esperanzas están puestas principalmente en lo que pueda hacer un desacreditado Pipo Vázquez Cuevas en Veracruz. Autoexiliado por un tiempo del panismo, este otrora dirigente panista es la única fortaleza que este proyecto tiene en una entidad tan determinante como Veracruz.
Es paradójico, porque Corral acusó en el pasado debate a Anaya, de ser colaboracionista con el gobierno priista de Enrique Peña Nieto, algo que debió provocarle un retortijón al Pipo que tiene experiencia en estos menesteres.
Como se recordará, el Pipo traicionó los principios históricos del PAN y por 30 monedas se entregó al exgobernador priista Fidel Herrera Beltrán, quien utilizó y ha utilizado aún en estas elecciones al grupo de los Vázquez Cuevas para disminuir las posibilidades de triunfo de candidatos panistas en distritos y/o municipios complicados.
En eso del colaboracionismo con el PRI, el Pipo, principal operador de Corral en la entidad sí que tiene experiencia.
Para muchos será determinante para la candidatura azul a gobernador en el estado, quien esté más cerca de los afectos de Anaya, porque Anaya podrá ser el fiel de la balanza en temas estratégicos como el modelo para seleccionar el candidato, así que como es de imaginarse, no es coincidencia que en los próximos días cosechará tantas simpatías por estas tierras.
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