Hechos no palabras
Presidentes iban y presidentes venían a ocupar la alcaldía de Xalapa prometiendo en sus candidaturas las perlas de la virgen y después de sus tres años de gestión se marchaban sin pena ni gloria. Curiosamente en no lejanos ayeres parecía que uno de los requisitos para presidir el ayuntamiento de Xalapa, era precisamente no ser oriundo de nuestra bella ciudad. De esta suerte algún candidato fue originario de Coscomatepec, otro de los Tuxtlas, uno más de La Joya, alguno de Córdoba y otro de Naolinco, etcétera, etcétera. Los periodos de gobierno municipal comenzaban y terminaban y la ciudad seguía en las mismas, una que otra obra relumbrona o de servicio, y los xalapeños observaban con tristeza que en su patria chica no había ningún avance social.
Parece ser que en estos últimos años ha disminuido en gran parte ese resentimiento de los ciudadanos xalapeños contra los aspirantes al gobierno municipal o a las legislaturas local o federal, y ahora con las candidaturas en puerta, nos habremos de dar cuenta de la magnitud de sus alcances en cada promesa que hagan, en cada tema que expongan y en las medidas a tomar en los problemas que les planteen. Se observa que la estrategia general de los candidatos de todos los partidos, es visitar casa por casa, convencer a través de la palabra y de frente, en la búsqueda incansable del voto, y la modalidad es buena, muy buena, al elector le fascina escuchar todas las promesas del candidato y al candidato le agrada que el elector le diga que va a votar por él.
Pero pude haber una penumbra que ensombrezca la relación candidato-elector, el anterior desempeño dentro de los órganos partidistas o de gobierno de quien solicite el voto. Hay algunos que no han hecho un buen papel, otros que medianamente lo hicieron y otros que lo hicieron muy bien. Este último es precisamente el caso de Elizabeth Morales García. Elizabeth, como todos sabemos no es principiante en el arte de la política, ha sido diputada federal y presidenta municipal; en estas dos conquistas de elección popular, conjugó junto con el pueblos sus anhelos de servirlo; a innumerables problemas que aquejaban a la ciudad supo hallar su variadas soluciones. Pero antes de desempeñarse como servidora pública federal o municipal, sus relaciones con el pueblo las tenía de manera muy cercana a través de un programa televisivo llamado “Usted no está solo”, compuesto o elaborado por una serie de acciones filantrópicas apoyado por empresarios, comerciantes, estudiantes, empleados y pueblo en general;
todos ellos develaron el alma de una persona generosa que demostraba de la manera más simple, más sencilla, su amor por el prójimo.
¿Por qué se dio esta coyuntura?, porque Elizabeth venía de abajo, sentía suya a la gente humilde, se identificaba plenamente con los que menos tenían y mas necesitaban. ¿Cómo ingresó a la política?, lo hizo cuando tuvo la seguridad que ésta no le impedía hacer el mayor bien al mayor número y a diferencia de otros, no heredó nombre ni fortuna, la vida no le ha regalado nada, es quizás el producto de su esfuerzo, quien le ha dado algunas satisfacciones. Tal vez por estas razones cuando llegó a la presidencia municipal, sintió que era la oportunidad para detenerse, donde otros pasaron de largo. Elizabeth tomó posesión del cargo y de inmediato se puso a trabajar, sin importar el orden de su construcción, formación, hechura o lo que corresponda; dejó en su gestión entre otras, la obra en la Av. Murillo Vidal (cemento hidráulico), el corredor peatonal, contenedores de internet público gratuito, rehabilitación del centro histórico, el paseo peatonal del Dique, los gimnasios públicos, el tobogán en forma de serpiente, la tirolesa y el paseo de las lanchas en los lagos, el teatro para títeres. Hizo algo que muchos presidentes no habían podido hacer, reubicar a los comerciantes que se habían apropiado del mercado San José, además de cambiar la penosa imagen, la transformo en zona turística. Modificó el reglamento de desarrollo urbano y de esta manera se pudo quitar la propaganda que se había convertido en un tendedero de la ciudad. Fue la creadora del árbol del amor, acondicionó la cueva de la orquídea, trajo a Xalapa la sede del HAY festival, suspendió el carnaval de esta ciudad que no era más que un remedo, una parodia donde varias personas accidentalmente murieron.
Pero una de sus obras de mayor trascendencia fue la construcción del puente vehicular de la zona universitaria, mejorando la movilidad de los 8,200 vehículos que por ahí transitan diariamente. Un detalle también importante fue asfaltar el panteón, Elizabeth no tan solo se acordó de los vivos sino también de los muertos. El presupuesto del que dispone el ayuntamiento de Xalapa nunca le hubiera alcanzado para llevar a cabo tantos beneficios; aquí se demuestra que no tan solo con dinero se hacen obras, también con imaginación; pero obviamente que para llevar a cabo todos estos proyectos se requiere acostarse tarde y levantarse temprano. Los xalapeños saben valorar el esfuerzo de sus gobernantes, prueba de ello que a casi un mes de las elecciones, las encuestadoras serias reflejan que Elizabeth Morales García en lo que va del proceso electoral, mantiene 18 puntos porcentuales, el más elevado del distrito, lo que representa un pronóstico muy significativo para el día de la jornada electoral.
rafaelmartinezzaleta@hotmail.com
Parece ser que en estos últimos años ha disminuido en gran parte ese resentimiento de los ciudadanos xalapeños contra los aspirantes al gobierno municipal o a las legislaturas local o federal, y ahora con las candidaturas en puerta, nos habremos de dar cuenta de la magnitud de sus alcances en cada promesa que hagan, en cada tema que expongan y en las medidas a tomar en los problemas que les planteen. Se observa que la estrategia general de los candidatos de todos los partidos, es visitar casa por casa, convencer a través de la palabra y de frente, en la búsqueda incansable del voto, y la modalidad es buena, muy buena, al elector le fascina escuchar todas las promesas del candidato y al candidato le agrada que el elector le diga que va a votar por él.
Pero pude haber una penumbra que ensombrezca la relación candidato-elector, el anterior desempeño dentro de los órganos partidistas o de gobierno de quien solicite el voto. Hay algunos que no han hecho un buen papel, otros que medianamente lo hicieron y otros que lo hicieron muy bien. Este último es precisamente el caso de Elizabeth Morales García. Elizabeth, como todos sabemos no es principiante en el arte de la política, ha sido diputada federal y presidenta municipal; en estas dos conquistas de elección popular, conjugó junto con el pueblos sus anhelos de servirlo; a innumerables problemas que aquejaban a la ciudad supo hallar su variadas soluciones. Pero antes de desempeñarse como servidora pública federal o municipal, sus relaciones con el pueblo las tenía de manera muy cercana a través de un programa televisivo llamado “Usted no está solo”, compuesto o elaborado por una serie de acciones filantrópicas apoyado por empresarios, comerciantes, estudiantes, empleados y pueblo en general;
todos ellos develaron el alma de una persona generosa que demostraba de la manera más simple, más sencilla, su amor por el prójimo.
¿Por qué se dio esta coyuntura?, porque Elizabeth venía de abajo, sentía suya a la gente humilde, se identificaba plenamente con los que menos tenían y mas necesitaban. ¿Cómo ingresó a la política?, lo hizo cuando tuvo la seguridad que ésta no le impedía hacer el mayor bien al mayor número y a diferencia de otros, no heredó nombre ni fortuna, la vida no le ha regalado nada, es quizás el producto de su esfuerzo, quien le ha dado algunas satisfacciones. Tal vez por estas razones cuando llegó a la presidencia municipal, sintió que era la oportunidad para detenerse, donde otros pasaron de largo. Elizabeth tomó posesión del cargo y de inmediato se puso a trabajar, sin importar el orden de su construcción, formación, hechura o lo que corresponda; dejó en su gestión entre otras, la obra en la Av. Murillo Vidal (cemento hidráulico), el corredor peatonal, contenedores de internet público gratuito, rehabilitación del centro histórico, el paseo peatonal del Dique, los gimnasios públicos, el tobogán en forma de serpiente, la tirolesa y el paseo de las lanchas en los lagos, el teatro para títeres. Hizo algo que muchos presidentes no habían podido hacer, reubicar a los comerciantes que se habían apropiado del mercado San José, además de cambiar la penosa imagen, la transformo en zona turística. Modificó el reglamento de desarrollo urbano y de esta manera se pudo quitar la propaganda que se había convertido en un tendedero de la ciudad. Fue la creadora del árbol del amor, acondicionó la cueva de la orquídea, trajo a Xalapa la sede del HAY festival, suspendió el carnaval de esta ciudad que no era más que un remedo, una parodia donde varias personas accidentalmente murieron.
Pero una de sus obras de mayor trascendencia fue la construcción del puente vehicular de la zona universitaria, mejorando la movilidad de los 8,200 vehículos que por ahí transitan diariamente. Un detalle también importante fue asfaltar el panteón, Elizabeth no tan solo se acordó de los vivos sino también de los muertos. El presupuesto del que dispone el ayuntamiento de Xalapa nunca le hubiera alcanzado para llevar a cabo tantos beneficios; aquí se demuestra que no tan solo con dinero se hacen obras, también con imaginación; pero obviamente que para llevar a cabo todos estos proyectos se requiere acostarse tarde y levantarse temprano. Los xalapeños saben valorar el esfuerzo de sus gobernantes, prueba de ello que a casi un mes de las elecciones, las encuestadoras serias reflejan que Elizabeth Morales García en lo que va del proceso electoral, mantiene 18 puntos porcentuales, el más elevado del distrito, lo que representa un pronóstico muy significativo para el día de la jornada electoral.
rafaelmartinezzaleta@hotmail.com
