¿Ahued, el mejor alcalde del país? hoy vi otros datos.
Es obvio que para nada el gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, iba a incorporar en su valoración a los alcaldes de Veracruz y Boca del Río, Paty Lobeira y Miguel Unanue, pues les late un corazón azul y tampoco a Juan Manuel Diez, de Orizaba, por ser una pura sangre roja, pero, que omita, por la cortesía de haber asistido como invitado de honor al Informe de Ricardo Ahued, a los alcaldes de su partido que están realizando una gran obra en sus municipios, no parece nada bien.
En este caso, olvidar a los alcaldes porteños, Amado Cruz Malpica y Juan Manuel Pozos Castro, de Coatzacoalcos y Tuxpan, respectivamente, se me hace un acto de menosprecio a su trabajo por donde se le quiera ver.
Tanto Amado como José Manuel, se esfuerzan cada día por atender a su ciudadanía y ejecutar obras que realmente sirvan a la población y, lo mejor, es que, a pesar de las inconformidades naturales de parte de los grupos opositores, mantienen en calma a sus municipalidades; contrario a nuestra capital, en donde la ciudadanía ha llegado al límite de “mentar la madre” al alcalde por las obras que han ocasionado un gran embotellamiento.
Como ejemplo, hay una leyenda que circula en redes sociales que reza más o menos así: ¿Sabías que de Xalapa a Xalapa se hace más de una hora?
Nadie puede negar que Ricardo, en su primera administración como alcalde, se ganó la confianza y el afecto de los xalapeños, lo que le permitió transitar, después, de elección en elección, obteniendo triunfos inobjetables.
Sin embargo, en esta nueva etapa, el “consentido” de la ciudadanía, ha tratado de hacer pública (no sé si privada) su tan llevada política de austeridad y ha abusado de la buena fe de los de los xalapeños (recordar que Ricardo, no lo es, pues es hidalguense) y ha autorizado o permitido (que es lo mismo) se hagan varias obras al mismo tiempo, sin mediar medidas preventivas de movilidad y, sobre todo, su ejecución en las horas pico.
No se trabaja de noche ni en los fines de semana, dizque para no aumentar costos, como si ese supuesto ahorro, no se contrapone con el avance de la ejecución en tiempo y, consecuentemente, en el abatir esos costos. El presupuesto de la obra es el mismo, solo hay que ejecutarlo mirando por el bien de la población.
Resulta que Ahued le echa la culpa a la SIOP de los retrasos de dos obras (bueno, dos columpios que está realizando) y de esa manera, quiere rehuir su responsabilidad como primera autoridad de Xalapa. Sencillamente, en uso de sus facultades, puede mandar a parar la obra, suspender los trabajos y llamar a cuentas a la empresa por el bien de la ciudadanía. La obra es en territorio xalapeño, es en Xalapa, por lo que, quiera o no, es su responsabilidad.
Por otra parte, volviendo a mis primeras líneas de este artículo, hoy conocí una encuesta de Mitofsky que trae unos datos muy, pero muy distintos a los que se refería el gobernador, pues aquí en los primeros lugares ubican a otros alcaldes que nada tienen que ver con Xalapa y para que vean que no son inventos de quien escribe, he puesto las imágenes para dar soporte a este comentario. Ricardo es el número 72 (en la zona amarilla), lo cual quiere decir que su popularidad está decayendo alarmantemente.
Por lo demás, creo que hay que dejar trabajar en tranquilidad a los alcaldes y no hacer que el sudor les moje los pies y los hagan perder el piso.
En este caso, olvidar a los alcaldes porteños, Amado Cruz Malpica y Juan Manuel Pozos Castro, de Coatzacoalcos y Tuxpan, respectivamente, se me hace un acto de menosprecio a su trabajo por donde se le quiera ver.
Tanto Amado como José Manuel, se esfuerzan cada día por atender a su ciudadanía y ejecutar obras que realmente sirvan a la población y, lo mejor, es que, a pesar de las inconformidades naturales de parte de los grupos opositores, mantienen en calma a sus municipalidades; contrario a nuestra capital, en donde la ciudadanía ha llegado al límite de “mentar la madre” al alcalde por las obras que han ocasionado un gran embotellamiento.
Como ejemplo, hay una leyenda que circula en redes sociales que reza más o menos así: ¿Sabías que de Xalapa a Xalapa se hace más de una hora?
Nadie puede negar que Ricardo, en su primera administración como alcalde, se ganó la confianza y el afecto de los xalapeños, lo que le permitió transitar, después, de elección en elección, obteniendo triunfos inobjetables.
Sin embargo, en esta nueva etapa, el “consentido” de la ciudadanía, ha tratado de hacer pública (no sé si privada) su tan llevada política de austeridad y ha abusado de la buena fe de los de los xalapeños (recordar que Ricardo, no lo es, pues es hidalguense) y ha autorizado o permitido (que es lo mismo) se hagan varias obras al mismo tiempo, sin mediar medidas preventivas de movilidad y, sobre todo, su ejecución en las horas pico.
No se trabaja de noche ni en los fines de semana, dizque para no aumentar costos, como si ese supuesto ahorro, no se contrapone con el avance de la ejecución en tiempo y, consecuentemente, en el abatir esos costos. El presupuesto de la obra es el mismo, solo hay que ejecutarlo mirando por el bien de la población.
Resulta que Ahued le echa la culpa a la SIOP de los retrasos de dos obras (bueno, dos columpios que está realizando) y de esa manera, quiere rehuir su responsabilidad como primera autoridad de Xalapa. Sencillamente, en uso de sus facultades, puede mandar a parar la obra, suspender los trabajos y llamar a cuentas a la empresa por el bien de la ciudadanía. La obra es en territorio xalapeño, es en Xalapa, por lo que, quiera o no, es su responsabilidad.
Por otra parte, volviendo a mis primeras líneas de este artículo, hoy conocí una encuesta de Mitofsky que trae unos datos muy, pero muy distintos a los que se refería el gobernador, pues aquí en los primeros lugares ubican a otros alcaldes que nada tienen que ver con Xalapa y para que vean que no son inventos de quien escribe, he puesto las imágenes para dar soporte a este comentario. Ricardo es el número 72 (en la zona amarilla), lo cual quiere decir que su popularidad está decayendo alarmantemente.
Por lo demás, creo que hay que dejar trabajar en tranquilidad a los alcaldes y no hacer que el sudor les moje los pies y los hagan perder el piso.
